
Durante los últimos años, se ha generado una gran discusión en torno al fin último de la arquitectura, con respuestas que varían desde la creación de la forma hasta la mejora de los males de la sociedad. Pero según Lance Hosey, tal vez la definición más inútil circulando hoy en día es que "la arquitectura es arte". En este artículo, publicado originalmente en su blog en el Huffington Post, Hosey sostiene que el concepto de la arquitectura como una forma de arte no sólo es engañoso para el público, sino que también es potencialmente perjudicial para la sociedad.
En julio, escribí que cuando los arquitectos utilizan los cuerpos de mujeres específicas, como Marilyn Monroe o Beyoncé, como "inspiración" para sus edificios, objetualizan a las mujeres y a la arquitectura. A muchos lectores no les gustó mi opinión: "Cualquier persona cuestionando la procedencia de la inspiración de un artista no entiende lo que es un artista o el arte", protestó uno. "¿Qué hay de malo en usar la forma femenina para la inspiración artística?" preguntó otro; "No puedo pensar en nada más hermoso". Y otro: "La música, las estructuras, la pintura, cualquier cosa artística no es degradación. Es belleza".
El mensaje: La arquitectura es arte, y la fuente de inspiración de los artistas no es un tema de debate, ya que es personal para el artista.

Los lectores del Huffington Post no son los únicos que tienen esta opinión. El arquitecto Philip Johnson declaró una vez "La arquitectura es arte, nada más", y el ganador del premio Pritzker Richard Meier afirma que la arquitectura es, de hecho, "la más grande de las artes". En 2011, el presidente Obama recalcó que la arquitectura en su máxima expresión se convierte en "obras de arte que podemos atravesar y habitar", y la Bienal de Arquitectura de Chicago 2015 se desarrolló bajo el título: "El Estado del Arte de la Arquitectura".
Si la arquitectura es arte, ¿qué es el "arte" realmente?

"El arte, como generalmente los hemos entendido", escribe Larry Shiner en The Invention of Art (2003), "es una invención europea de apenas doscientos años". Derivado originalmente del latín ars y el griego techne, la palabra significa cualquier oficio, desde la carpintería a artículos de mercería, realizados con maestría. En la europa del siglo 18, el significado cambió de lo práctico a lo esotérico: "Las bellas artes, ahora se dice, son una cuestión de inspiración y genialidad, y para disfrutarse por sí mismas en momentos de placer refinado". El arte por el arte. Por extensión, 'la arquitectura por la arquitectura'.
"PAREN de confundir la arquitectura con el arte" exigió Patrik Schumacher, socio de Zaha Hadid, en las redes sociales en 2014: "Los arquitectos son los encargados de la forma del entorno construido, no de su contenido... La arquitectura NO ES ARTE, aunque la FORMA sea nuestra contribución específica a la evolución de la sociedad. Tenemos que comprender cómo nuevas formas pueden hacer una diferencia en el progreso de la civilización".
Schumacher expone la presunción más común entre los arquitectos. Reivindicamos que "nuevas formas" benefician a "la evolución de la sociedad mundial" y "el progreso de la civilización", a pesar de que rara vez explicamos cómo. Irónicamente, los arquitectos más célebres utilizan geometrías realmente engorrosas con el propósito opuesto: transmitir sus intereses personales.

Y esta es exactamente la razón por la cual la arquitectura se considera arte. "En el mundo occidental", escribe Priscilla Frank, la editora del Huffington Post Arts & Culture, "el arte y la autoexpresión son a menudo consideradas intenciones que van de la mano". About.com, supuestamente la "mayor fuente de contenido experto en Internet", respalda esta afirmación: "El arte es por lo general acerca de la auto-expresión". PBS está de acuerdo: "La esencia del arte es expresarse a sí mismo".
El Spectator llamó recientemente a Hadid "la campeona de una arquitectura que busca demostrar una "visión personal antes de ofrecer un servicio público". Fast Company ha llamado a Frank Gehry, sin duda el arquitecto más famoso del mundo, "el avatar de la arquitectura de la auto-expresión", y el propio Gehry defiende firmemente "la validez de la auto-expresión" como "un valor básico". Este año, Architectural Review declaró que los proyectos más recientes de estos dos arquitectos "arrogantemente ostentan a no remitirse al contexto local… anunciando, por el contrario, que el supuesto derecho de la ego-expresión de un starchitect prevalece por sobre todo".

Considera esto: Cuando los constructores chinos comenzaron a copiar uno de los diseños de Hadid hace un par de años, ella busco apoyo legal, al igual que han hecho otros diseñadores bajo similares circunstancias. Sin embargo, si las formas arquitectónicas realmente tienen el propósito de beneficiar a la sociedad, como las propias reivindicaciones de los socios de Hadid que apuntan que mayor preocupación por la forma significa más beneficios para la sociedad; así que, ¿cuál es la objeción a que se repliquen? En el peor de los casos, los diseñadores ya habían sido compensados, ¿cuál es el daño? ¿No querían compartir con otros sus conceptos, como Elon Musk ha hecho con el IP de Tesla?
Tal vez "la nueva forma" se trata menos del progreso social y más sobre la auto-promoción. Como Frank Zappa dijo, "El arte es hacer algo de la nada y venderlo".
El último libro del arquitecto Lance Hosey es The Shape of Green: Aesthetics, Ecology, and Design. @lancehosey